El presidente Sandro Rosell, en el Congreso de Peñas del FC Barcelona, ha expuesto los motivos por los que el club azulgrana no denunció a Mourinho tras los hechos al final de la Supercopa de España, en los que el luso puso el dedo en el ojo a Tito Vilanova. "A pesar de que el cuerpo te pide hacerlo, en frío decidimos no denunciarle después de hablar con Zubizarreta, Guardiola y Tito Vilanova. El mismo Tito nos lo pidió para que no afectara a la gestión deportiva porque ahora debemos estar centrados en la Supercopa de Europa".
Pero sobre todo, ha querido destacar el presidente, "el motivo más importante es que debemos poner ‘seny’ (sentido de responsabilidad). No queremos tirar más leña al fuego porque acabaremos matándonos por la calle. El cuerpo nos pide una cosa, pero el ‘seny’ nos pide otra". Rosell ha explicado que el ambiente ya está demasiado caldeado, prueba de ello cuando los autobuses de la expedición blaugrana fueron apedreados cuando se dirigía al Bernabéu en el partido de ida de la Supercopa. El presidente azulgrana ha querido recordar y recalcar que "el problema lo tienen ellos".
Sandro cree que la denuncia crisparía más la relación entre ambos equipos y, por extensión, entre las aficiones, y añadió que su junta directiva "no es ni bravucona ni charlatana" y que, además, "a Mourinho ya le ha juzgado la opinión pública".
Más allá de los incidentes extradeportivos, Rosell ha valorado la victoria de su equipo en la Supercopa ante el eterno rival: "Prácticamente veníamos de la playa y le ganamos el título a un equipo que estaba mucho más preparado", ha sentenciado.
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