Lo que vimos ayer en el Estadio Vicente Calderón se puede considerar todo menos fútbol. ¿Qué ejemplo queremos dar a los jóvenes? ¿Así es como queremos que jueguen ellos? ¿Os imagináis a vuestros hijos insultando, dando patadas y lanzando zapatillas a un árbitro?
Un futbolista debe dejarse la piel, no arrancar la piel. Basta ya de lobos con piel de futbolistas que vuelcan en el terreno de juego su violencia. Acciones más bien de un desustanciado que disfrazan bajo la supuesta intensidad de un partido.
La acción de Arda Turan tirando una de sus botas al asistente en el partido copero de ayer frente al F.C. Barcelona sólo recibió como castigo una tarjeta amarilla, puesto que el colegiado entendió, tal y como hace constar en el acta, que lo que hizo el turco fue "lanzar su bota fuera del terreno de juego en señal de disconformidad".