Los jugadores de fútbol más reconocidos del mundo saben que además de los ingresos deportivos y de los emolumentos que obtienen al ceder su imagen a empresas de todo tipo, no deben descuidar su propia marca y protegen su nombre. El último en sumarse al carro de las marcas registradas ha sido el fichaje más caro de la historia, el galés Gareth Bale, que bien asesorado, antes de su llegada al Real Madrid solicitó a la Oficina de Registro de Marcas, Dibujos y Modelos de la UE (la OAMI), la protección de su nombre y de su característico gesto con las manos cuando anota un gol: "Eleven of Hearts".
Algunas fuentes cifraban en 3,5 millones de euros al año los posibles ingresos por esta vía, que sumado a los más de 30 millones de euros solo en publicidad de la temporada pasada podría colarse en la lista de los "futbolistas con mejor imagen".
Otros compañeros de profesión han hecho lo propio: Leo Messi, Neymar, Ronaldinho, Cristiano Ronaldo, Fernando Llorente o Víctor Valdés y los ya retirados Cruyff, Pele o Beckham entre otros.
Sabes exprimir su marca y es lo que deberían hacer todos, aunque fuera minimamente
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