Corría el verano de 1996 cuando la prensa británica hizo pública una única foto que supondría todo un terremoto para Inglaterra. A falta de tan solo unas semanas para que diese comienzo la Eurocopa, con todo un país volcado en la acogida del campeonato, los componentes de la selección nacional fueron cazados en plena borrachera. Los elegidos por el técnico Venables estaban ahora en seria duda.
La extravagante forma de ingerir gran cantidad de alcohol, había trasformado en rencor, toda la ilusión generada por ellos hasta entonces. El asunto concernía principalmente a Teddy Sheringham, aquel a quien las cámaras inmortalizaron en plena fiesta. Era él quién había puesto al equipo en el ojo del huracán, y sin embargo fue otro quién trajo de nuevo la calma. El más rebelde de todos, Paul Gascoigne, ese futbolista que nunca quiso ser quién pudo llegar a ser. Elevó su figura por encima del resto tras un primer partido decepcionante, anotando un gran gol con su respectiva celebración, tan única como él mismo.
Gascoine es lo que tu dices , no quiso ser lo que podría haber llegado a ser , en fin yo creo que ahora con el paso de los años se habrá arrepentido ......
ResponderEliminarSaludos ¡¡
El tema del alcohol en el fútbol inglés viene de lejos, el United de los Bryan Robson, McGrath o el Arsenal de los Merson, Adams. Es curioso que fuese Gazza quién salvará los muebles tras la fiesta,y como no, su celebración digna de él para reivindicar a sus compañeros.
ResponderEliminarUN saludo