Termina el partido, recoges tu botellita de agua, te secas por última vez con la toalla, te despides de los postes si es que ese día jugaron a tu favor y agradeces a tu defensa los servicios prestados de haber hecho algo más que romper el fuera de juego. Te encaminas al centro de campo a realizar esa rutina respetuosa, casi de carácter burocrático podríamos llegar a decir, que supone despedirte del equipo contrario y de una figura en particular. Esta vez sin guantes, la complicidad con aquel individuo que se situaba a más de 100 metros de distancia de ti se nota en el ambiente, una sonrisa cómplice y una palmadita en la espalda por parte del ganador. Con nadie habías hablado durante los 90 minutos salvo por aquellos gritos a tus centrales, y esta vez llegó el momento, intercambiamos unas palabras, nos guiñamos el ojo como muestra de respeto mutuo y marchamos con nuestros respectivos equipos sin poder olvidar que, una vez más, pusimos la cara donde el resto puso los pies.
Siempre se ha dicho que para ser portero hay que estar loco. Tus acompañantes son la soledad, un trabajo específico y una responsabilidad llamada perfección. Cada fallo que cometas se compensará con recoger el balón de tus redes. Además, por si todo esto fuese poco, como premio, más a menudo de lo que desearías te colocan bajo el larguero cual fusilado fueses. Y para que no pases desapercibido te visten de otro color para crear distinción. Distinguido como Winston Coe, el portero manco.
Podéis leer el artículo completo en: http://tercerequipo.com/2015/07/29/winston-coe-el-portero-manco/
Brava noticia la de Coe!!
ResponderEliminarEnhorabuena por el trabajo.
Una buena prueba de que no hay nada imposible si te lo propones. Algo similar al batería del grupo Def Leppard creo, que perdió un brazo en un accidente, y aunque con una batería adaptada siguió actuando.
ResponderEliminarUn saludo
Winston Coe sí es héroe del que se deberían de llenar portadas. Del que los niños aprenderían. Esto es fútbol, estos es cultura.
ResponderEliminarUn saludo y gracias a todos.